Imagina un lugar custodiado por el mítico barrio del albaicín con la ciudad palatina de la Alhambra acompañado por el río Darro, un lugar nutrido de cuevas centenarias diseminadas graciosamente por la ladera de Valparaíso. Imagina un lugar donde el pasado gitano y el flamenco hubieran quedado atrapados en el tiempo desde siglos atrás. Ese lugar existe y se encuentra en Granada. Es el barrio del Sacromonte.
Cuando te adentras en las profundidades de este mágico barrio granadino parece como si el tiempo se hubiera detenido y estuvieras dentro de un pintoresco pueblecito alejado de cualquier urbe moderna. Y no, no te has alejado mucho, tan solo te separan veinte minutos del casco histórico de la ciudad de Granada. Es el duende que vive en este lugar y que hace transportarte a dimensiones tan diferentes con escenarios contrastados.
Visitar Granada tiene esto: frente a la homogeneidad que caracteriza muchas ciudades contemporáneas, la variedad de atmósferas diferentes vividas en este barrio le convierte en un gran atractivo para la ciudad.
Allá por el siglo XV grupos de nómadas gitanos llegaron a la ladera de Valparaíso, en las inmediaciones de la Alhambra. Expulsados de sus lugares de origen se instalaron creando un arrabal frente al monte Sabika-el cual alberga la ciudad palatina de la Alhambra- fuera de las murallas y del control de la ciudad.
La expulsión en 1492 de judíos y musulmanes tras la reconquista de Granada, la última ciudad árabe de la Península Ibérica permitió que los gitanos se establecieran en la colina de Valparaíso y construyeran sus célebres cuevas como viviendas habituales.
Anteriormente grupos de árabes habían construido ya cuevas para su asentamiento las cuales fueron ocupadas, tras la reconquista cristiana, por los moriscos (musulmanes convertidos al cristianismo). Pero fue en el siglo XVIII cuando se tiene constancia documental de una ocupación estable y continuada por parte de los gitanos. Tras ello, la cultura gitana asimiló la tradición dejada por los musulmanes expulsados.
La palabra Sacromonte significa Monte Sagrado. Existía la tradición de la iglesia de crear “montes sagrados” en los lugares donde se hallaban restos, reliquias de santos o sucedía algún acontecimiento milagroso.
En el Sacromonte vas a encontrar las llamadas Zambras, cuevas para espectáculos flamencos, con sus paredes adornadas de herramientas de cocina fabricadas en cobre. Si lo tuyo es el flamenco estás en una de las cunas de este género musical, aunque igualmente si no eres muy aficionado será una experiencia irrepetible: a pocos metros de ti disfrutarás del espectáculo donde el taconeo, el cante y el fuerte rasgueo de guitarra te harán vibrar de emoción.
Las más conocidas son la Cueva del Curro Albaicín, la Cueva de La Rocío o la Cueva de María la castañera
En este museo conocerás mediante un recorrido por diez cuevas representativas, cómo vivían los gitanos, su historia y costumbres además del entorno natural donde desarrollaban su hábitat. Por otra parte, podrás disfrutar de actividades culturales programadas como flamenco en vivo o visitas guiadas entre otras.
Fundado por Andrés Manjón en 1889, las Escuelas de Ave María se erigen como un símbolo de la enseñanza en la ciudad de Granada. El objetivo del cura Manjón era educar a los niños de las familias gitanas más pobres.
En el siglo XVI fueron descubiertos unos documentos llamados Los libros Plúmbeos que reflejaban una supuesta convivencia entre el islam y el cristianismo en el pasado. Según investigaciones posteriores parece ser que fue una falsificación creada por los moriscos tras su persecución en la Sublevación de las Alpujarras con el objetivo de acercar el dogma de ambas religiones. Entre otras cuestiones, cuenta la historia de San Cecilio, un árabe cristiano que acompañó a Santiago en su viaje a España, fundando la Diócesis de la ciudad y siendo su primer obispo. Hoy, San Cecilioes el patrón de la ciudad.
Sea lo que fuere, los cierto es que este descubrimiento llevó a la construcción de la abadía del Sacromonte. Es un lugar poco conocido incluso por los granadinos, pero no está exento de atractivo. Un notable patrimonio artístico se alberga en el interior de los muros de la Abadía: obras de imaginería y pintura barroca, tapices de Bruselas o lienzos de pinturas de célebres artistas como Sánchez Cotán o Bocanegra además de albergar los cuerpos de mártires de la iglesia.
Dos son las opciones que te recomendamos para contemplar Granada son el mirador de La Verea de en medio si prefieres observar la Alhambra y Generalife desde un primer plano y el mirador de San Miguel Alto, si deseas tener una perspectiva elevada de la ciudad nazarí.
Dentro de la Semana Santa granadina, el Miércoles Santo es un día especial. Desde la Colegiata de la Abadía del Sacromonte sale el Cristo del Consuelo, más conocido como Cristo de los Gitanos acompañado de María Santísima del Sacromonte.
El paso recorre preciosos lugares como la subida por la Cuesta del Chapiz o el Camino del Sacromonte. Seas devoto o no, merece la pena acudir para ver este acontecimiento con el marco incomparable de la Alhambra y los barrios del Albaicín y el Sacromonte iluminados por el destello de las hogueras gitanas en la madrugada.
Subiendo la Cuesta del Chapiz y justo antes de entrar al barrio del Sacromonte por la derecha, se encuentra de forma desapercibida un lugar con mucho encanto: El Carmen de la Victoria. Es un pequeño paraíso lleno de una de frondosa y variada vegetación que hace mitigar las altas temperaturas en época estival. De hecho, los musulmanes de Granada con los elementos del agua y la naturaleza querían recrear el paraíso en la tierra.
El murmullo constante del agua de los estanques y las fuentes, y el frescor de la naturaleza te harán abrir los sentidos y descansar del viaje contemplando unas vistas privilegiadas.
Creado por la necesidad de dar a conocer la cultura gitana y el importante papel que la mujer desempeñó en el desarrollo de esta.
Las temáticas principales son el ocultismo y esoterismo característico de la cultura Calé (referente a los gitanos españoles), su creación artística, la medicina tradicional además de las figuras femeninas de más renombre de esta cultura. Junto a ello encontraremos la recreación de una casa tradicional, la caravana gitana llamada vardo y la vestimenta típica de este pueblo.
En Granada se celebra el primer domingo del mes de febrero la festividad de San Cecilio teniendo lugar una romería desde el año 1599 tras la supuesta aparición de los restos del santo en una cueva allá por el año 1590. Así, cada año los peregrinos suben las “siete cuestas” para honrar al patrón. Como toda fiesta religiosa se acompaña del buen comer: la tortilla del Sacromonte, las “salaillas” junto con habas y bacalao son las especialidades gastronómicas locales.
Las jóvenes del lugar, con la tradicional superstición, realizan el rito de tocar las piedras sagradas con la intención de casarse ese año. Coros y danzas acompañan los bailes típicos del lugar.
El Sacromonte es un lugar lleno de leyendas, pero la que más sobresale es la del Barranco de los Negros. Según se cuenta, tras la reconquista cristiana y la expulsión de los árabes, estos guardaron sus tesoros en la Colina de Valparaíso. Sus esclavos negros fueron liberados tras la expulsión de sus dueños y decidieron excavar la ladera de la montaña para encontrar los tesoros escondidos. Cansados hasta la extenuación y sin éxito en su búsqueda decidieron refugiarse para vivir en las cavidades creadas en la montaña.
El mundo moderno ha llegado a las profundidades del barrio, pero todavía entre chumberas, barrancos y cuevas perduran algunos rasgos del pasado resistiendo la modernidad. Tras unas graves inundaciones en 1963- las cuales causaron destrozos en las viviendas- los gitanos emigraron a distintas barriadas de la ciudad.
Hoy paradójicamente, el ambiente multicultural dominante de otra época se ha conservado parcialmente con la llegada de hippies para explorar una vida alternativa, turistas extranjeros que como los viajeros románticos hace más de un siglo viajaban a territorios exóticos por descubrir.
Además, el barrio recibe también a algunos gitanos que vuelven al Sacromonte buscando sus raíces identitarias. Todavía, algunos destellos de lo que fue este barrio siglos atrás se conserva a pesar de que el barrio se ha enfocado claramente al sector turístico.
Es cierto que en torno al barrio del Sacromonte se ha creado un mito que habla sobre la peligrosidad de andar por este lugar. La realidad es que no es cierto y te aseguramos que te puedes sentir seguro disfrutando de tu paseo por el mismo. En bus urbano puedes subir con las líneas C2 o C34, en taxi o a pie desde Plaza Nueva.
Te recomendamos esta última opción siempre que estés preparado a realizar una pequeña caminata, eso sí, equipado con buen calzado, desde Plaza Nueva como lugar de referencia hasta el citado barrio.
Merece la pena realizar este paseo andando porque podrás realizar pequeñas paradas de interés dentro del recorrido mientras te tomas un descanso. En el recorrido tendrás la oportunidad de visitar, El Bañuelo (baño árabe del siglo XI y uno de los edificios civiles más antiguos de Granada), la casa árabe de Zafra , el Palacio de los Córdova (si, con v) y el Carmen de la Victoria con sus preciosas y singulares vistas a la Alhambra.
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