En la provincia de Málaga encontramos uno de los tesoros naturales más reclamados de la provincia de Málaga. Y es que a pesar de su riqueza en cuanto a parajes naturales se refiere, los dólmenes de Antequera sobresalen con diferencia de entre los demás. No en vano fue declarado Patrimonio Mundial de la UNESCO en el año 2016. Estos están formados, a su vez, por tres bienes culturales: el dolmen de Menga, el dolmen de Viera y el tholos de El Romeral. Estos tres imponentes monumentos megalíticos conforman el eje central sobre el que se vertebra el declarado como Sitio de los Dólmenes de Antequera. No obstante, a todo esto hay que añadir otros dos bienes naturales: La Peña de los Enamorados y el Torcal de Antequera.
Como bien se puede apreciar, la importancia de este complejo trasciende las fronteras de la propia provincia de Málaga, alzándose como un monumento de enorme trascendencia por su significado histórico. Visitar los dólmenes de Antequera es entrar en contacto directo con nuestro pasado como especie. Una experiencia del todo imprescindible.
Su construcción está datada entre el Neolítico y la Edad de Bronce. De hecho, de todos los bienes que componen el complejo, el más antiguo de ellos es el dolmen de Menga, orientado hacia la Peña de los Enamorados. De igual manera, es el que más destaca a causa de su grandeza y espectacularidad. La envergadura de las diferentes losas que componen la estructura es tal que se le confiere un peso calculado de unas 180 toneladas. ¡Casi nada!
El dolmen de Viera, por su parte, destaca por estar orientado hacia los equinoccios. Este no es un hecho menor ya que lo convierte en el único de los dólmenes que se encuentra orientado a un fenómeno de carácter astronómico. Es, sin duda, claro ejemplo de la importancia que tenía en su momento, ya que fue usado como sepulcro, y que ha conseguido llegar hasta nuestros días.
A modo de apunte, cabe señalar que en su momento el dolmen de Viera era conocido como la Cueva Chica. Esto era así por la comparativa que se efectuaba en relación a la diferencia de tamaño que presenta con respecto al dolmen de Menga. Es más, uno y otro se encuentran distanciados tan sólo por unos 50 metros.
En lo referente a el Tholos de El Romeral, que se encuentra separado de los otros dos por unos cuatro kilómetros aproximadamente, se puede afirmar que de las tres estructuras consideradas como bienes culturales, esta es la más reciente. Sobresale por lo particular del diseño de su cúpula y se encuentra orientada hacia El Torcal.
Los visitantes a los dólmenes de Antequera pueden pasar también por el Museo de Sitio, dedicado al estudio y difusión del complejo. Dotado de medios audiovisuales de última generación que permiten a quienes se acerquen conocer al detalle los métodos empleados para el levantamiento de tan magnas estructuras. Gracias a esta labor los visitantes pueden darse cuenta del esfuerzo que tuvo que suponer afrontar estas construcciones a tenor del estadio tecnológico de aquella época. Por esto los megalitos antequeranos son una referencia a nivel europeo en cuanto al Megalitismo se refiere. Así pues, es toda una fortuna poder disfrutar y visitar lo que en su día sirvió a fines funerarios y prácticas de ritos.
El conjunto arqueológico de los dólmenes de Antequera se encuentra situado en la carretera de Málaga, 5. Por lo que es de fácil acceso si se llega hasta él en coche. Se puede visitar en el siguiente horario:
El precio de las entradas es de 1,5€. En cualquier caso, recomendamos consultar la web oficial del lugar para ver los precios y horarios actualizados.