Uno se dispone a visitar esa ciudad que tantos le han recomendado, Granada. Lo primero que asociamos a esta ciudad es sin lugar a duda la ciudad palatina de la Alhambra, El Generalife o el barrio del Sacromonte y Albaicín. Sin embargo, sería desaprovechar nuestra visita a la ciudad si pasáramos por alto uno de los monumentos más emblemáticos del renacimiento español, la Catedral de Granada. Acompáñame pues en este breve viaje a su historia.
Los Reyes Católicos tras diez años de guerra (1481-1491), recibieron del último Sultán granadino, Boabdil, las llaves del último bastión nazarí. La Granada mora se rendía el 2 de enero de 1492 y ponía fin a la presencia musulmana de casi ocho siglos en la Península Ibérica. A partir de ahora, la ciudad de Granada, después de ser testigo del último episodio de la Reconquista, adquiere un protagonismo especial: ser iniciadora de un nuevo periodo que inaugura los albores de la Edad Moderna.
Resulta difícil no encontrar una iglesia, convento u otro edificio religioso al pasear por cualquier calle del casco antiguo de la ciudad. Hace ya más de cinco siglos, Fernando e Isabel, los monarcas católicos, lo tenían claro. Si Granada había hablado árabe y rezado a Alá durante siglos, ahora el momento de convertirla en la nueva capital y estandarte de la catolicidad no solo de la nueva Monarquía Hispánica sino también, de toda la Europa renacentista.
Su nieto Carlos V continuó la labor de embellecimiento de la ciudad dentro de los cánones de la urbe renacentista. En la misma línea, se construyeron el Hospital Real, el Palacio de Carlos V, residencia del monarca (a pesar de que casi nunca se hospedó en el palacio, prefiriendo realizar correrías por media Europa) y la Chancillería, sede del poder judicial. Sin embargo, quedaba por levantar el edificio más importante dentro de una sociedad eminentemente cristiana: la catedral.
Para que la conozcas mejor te presentamos 10 curiosidades sobre la Catedral de Granada que probablemente no conocías:
1. Aunque popularmente se denomina Catedral de Granada, su nombre original y completo es “La Santa Apostólica Iglesia Catedral Metropolitana de la Encarnación de Granada”. Un nombre poco práctico para recordar ¿no crees?
2. La Catedral posee la advocación, es decir la dedicación del templo, a Santa María de la Encarnación, de ahí la inclusión de este nombre en su denominación completa. Esto se debe a que se inauguró el 25 de marzo de 1523, festividad de la Encarnación, cuando se procede a la ceremonia de colocación de la primera piedra. No es casualidad, que, en el gran rosetón sobre las puertas de la fachada de la catedral, aparezca una imagen que hace referencia al pasaje bíblico de la encarnación.
3. Como hemos comentado, la primera piedra para su construcción se situó el en 1529 y finalizó, casi doscientos años después, en 1706 con la construcción del sagrario. Varias generaciones de granadinos vieron crecer los cimientos de la catedral.
4. En la catedral de Granada se concentran tres estilos arquitectónicos diferentes que muestran lo dilatado de la empresa. Inicialmente, Enrique Egas la concibió al estilo Gótico. Posteriormente Diego de Siloé cogió las riendas de su construcción en 1529 con el estilo en boga de su tiempo, el renacentista. Finalmente, el estilo Barroco es el elegido por Alonso Cano, uno de los ejemplos más claros del barroco español y de la Escuela Granadina de pintura.
5. La iglesia catedral estuvo ubicada inicialmente en la Mezquita Real dentro del palacio nazarí de la Alhambra. Luego, la reina Isabel la católica decidió su traslado en el lugar que había ocupado la Mezquita Mayor de Granada, en su disposición actual.
6. La planta de la catedral de Granada fue inspirada en la Iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén. Según la tradición cristiana, en este templo estuvo sepultado el cuerpo de Cristo y donde se produjo la resurrección. De tal manera, se produjo una intencionada identificación entre Granada- último bastión de la Reconquista- y la Ciudad Santa, Jerusalén, en manos de los musulmanes y pretendida por los cristianos.
7. Te aconsejamos que, para apreciar realmente la magnitud y belleza de la Catedral, te ubiques en un lugar elevado, como el alto Albaicín o la mismísima Alhambra, donde apreciar la belleza del conjunto arquitectónico. Esto se debe a que la Catedral, fue construida dentro del entramado urbanístico árabe que se caracterizaba por calles estrechas y viviendas aglomeradas opacando parte del edificio. En caso contrario, no tendrás una perspectiva visual completa para apreciar la Catedral en su totalidad. Si no tienes posibilidad de acceder, llegando desde el pequeño callejón que comunica plaza Bib-Rambla con la Plaza de las Pasiegas también conseguirás un impacto visual al ver la grandiosidad del edificio.
8. La Plaza de las pasiegas, la plaza de la fachada de la Catedral adquiere el nombre ya que las pasiegas era el gentilicio de los habitantes que procedían de la comarca del Pans, en Cantabria. Lo anecdótico es que dichas mujeres recién dadas a luz amamantaban en esta plaza a los hijos de las mujeres granadinas de la alta burguesía. ¿te imaginas contemplar la citada escena? ¿curioso no?
9. Si os fijáis bien, en la actualidad la Catedral de Granada no está terminada. De hecho, solo han podido proyectarse una de las dos torres que coronarían originalmente la fachada del edificio. La actual torre izquierda se alza 57 metros de los 83 diseñados inicialmente y tres de los seis cuerpos originales. La torre derecha contiene únicamente el inicio del primer cuerpo el cual queda coronado por una estatua de un ángel.
10. La construcción del edificio resultó ser una verdadera odisea: problemas de cimentación, falta de presupuesto y discrepancia en la dirección de las obras fueron algunos de los problemas que presentó la construcción de la Catedral.
Por eso te invitamos a que visites este gran monumento del renacimiento español enmarcado a los pies de la joya nazarí, la Alhambra. El fuerte aroma de las especias árabes provenientes de los pequeños puestos callejeros colindantes a la catedral y el eco de las melodías gitanas que se pierden por las angostas calles colindantes, te harán trasladarte en el tiempo a una ciudad donde cientos de años atrás la cultura árabe, judía y cristiana se fundieron en un fantástico cuadro, y ese cuadro fue, es y será nuestra querida Granada.