Andalucía es una tierra rica en historia, cultura, arte, gastronomía y un sinfín de tradiciones centenarias. No en vano es motivo de orgullo para los locales y objeto de admiración para visitantes de todas partes del mundo. Su particular encanto se deja ver tanto en sus gentes como en sus paisajes. En cada uno de sus rincones se vive un ambiente particular que la diferencia del resto de España. Los Pueblos Blancos son, sin duda, la definición exacta de uno de estos rincones andaluces llenos de magia. Con un toque diferente. Se sitúa a medio camino entre Cádiz y Málaga, dos de los destinos más hermosos y reclamados de la región. Una hermosa composición de casas con fachadas de una blancura resplandeciente te dará el merecido recibimiento. Piérdete en sus laberínticas calles y disfruta de un entorno natural acogedor. Bienvenido a los Pueblos Blancos.
La sierra de Cádiz y la serranía de Ronda son la casa de estos hermosos pueblos que se elevan con imponente belleza en lo alto de las laderas y cerros de la serranía andaluza. Todo esto adornado por un marco natural incomparable en el que se pueden encontrar bosques de pinos, encinas o alcornoques. Aquí la tradición y el pasado árabe y cristiano confluyen dejándose notar y terminando de dar forma a un destino imprescindible para quien quiera empaparse de verdad de lo que es Andalucía. Lugar perfecto para desconectar de la vida ajetreada y obtener reposo y tranquilidad.
A través de la ruta por los Pueblos Blancos los viajeros se toparán con más de 20 municipios correspondientes a las provincias de Málaga y Cádiz. Cada uno de ellos con su propia historia. Cuevas prehistóricas, castillos, iglesias de diferentes estilos arquitectónicos y espacios naturales de gran relevancia como el Parque Natural Sierra de Grazalema o el Parque Natural de los Alcornocales son solamente algunas de las fantásticas atracciones.
Entre los pueblos más destacados de la parte de la ruta que atraviesa tierras malagueñas podemos mencionar, en primer lugar, a Casares. Se encuentra entre la sierra de Ronda, la Costa del Sol y el Campo de Gibraltar. Sus calles estrechas te conducirán hasta la parte más alta del pueblo en la que descansa un castillo de origen árabe. También es posible hacer una excursión a las cuevas de Hedionda o Ballesteros. A modo de consejo, no dejes de probar su tradicional sopa casareña y el delicioso conejo de montaña.
En segundo lugar, tenemos al pueblo de Atajate, situado en el mismo corazón de la Sierra de Ronda, entre los valles del Genal y el Guadairo. Un escenario natural sin parangón. Y ya que estás aquí, anímate a probar el mosto de producción local.
Por supuesto que no podría faltar una mención especial para Ronda. Si bien es cierto que en sí mismo este pueblo daría para explayarse durante varias páginas dada su incuestionable belleza, en esta ocasión señalaremos su conocidísimo Puente nuevo, el cual brilla por sus 98 metros de altitud. Este lugar ya causó fascinación en personajes de la talla del cineasta Orson Welles o del reputado escritor Ernest Hemingway.
Por último, otros destinos para nada desdeñables y dignos de mención son Algatocín, el cual está muy cerca de Atajate. Si subes por sus empinadas calles te toparás de frente con la iglesia de Nuestra Señora del Rosario. Está coronada por una hermosa cúpula de color azul.
En el valle del Genal, como puerta de entrada a los pueblos más abruptos de esta parte del recorrido, tenemos a Gaucín. Este adorable pueblo conserva aún el trazado morisco. En la cima de el Gaucín descansan los restos del que fuera el Castillo del Aguila. Subir hasta aquí merece la pena por disfrutar de las maravillosas vistas. A lo lejos, en el horizonte, se perfilan tanto Gibraltar como las costas del continente africano. Sencillamente imperdible.
Como se puede ver, Málaga es mucho más que la Costa del Sol y sus hermosas playas. En su interior se esconden estos pueblos que son un auténtico deleite. Esta maravillosa ruta por los Pueblos Blancos andaluces puede ser hecha en función de cómo hayas planificado tu viaje ya que cuenta con accesos para recorrerlos ya sea en coche o en bicicleta. ¡No te los pierdas!