Conocida mundialmente por sus hermosas playas, sus paradisíacos paisajes y su basta oferta de ocio sin igual, la ciudad de Marbella constituye uno de los enclaves principales dentro de la provincia de Málaga. Ninguna visita a la provincia andaluza está completa sin disfrutar del regocijo que resulta de caminar por sus playas de fina arena y zambullirse en sus cálidas aguas.
Buena parte de su fama y atractivo para turistas de todo tipo se lo debe a su privilegiada localización. Situada a las faldas de la Sierra Blanca, entre Málaga y el Estrecho de Gibraltar, sus costas se ven bañadas por el mar Mediterráneo. Si a esto se añaden los increíbles complejos deportivos que vertebran la estructura turística de la ciudad, su fantástico clima y su excelente entorno natural, se puede afirmar sin temor a equivocarse que Marbella reúne todo lo que un turista puede pedirle a su destino. Atrévete a vivirla.
Antes de nada cabe decir que las calles de Marbella, sobre todo las de su centro histórico, respiran la esencia y el espíritu andaluz. De hecho, este casco histórico brilla por sí mismo a causa de la pulcritud y belleza con la que quedan engalanadas varias de las fachadas, en las que además resaltan, como si de un cuadro costumbrista se tratase, geranios, naranjos u otras plantas de vivos colores. Aquí también podemos encontrar la Plaza de los Naranjos, de tradición renacentista, así como otros edificios de manifiesto interés y valor histórico, tales como la Casa del Corregidor, la Ermita de Santiago o la Casa Consistorial. Estos, claro está, son solamente algunos de los lugares de interés que el visitante puede encontrar en el casco histórico de Marbella. Nosotros recomendamos dejarse perder por sus calles para atravesar siglos de historia y cultura, lo que desde luego eleva a cotas mayores la experiencia que supone vivir esta ciudad. Otro buen consejo es dejarse guiar por los consejos y gustos de los locales, ya que ellos mejor que nadie conocen de primera mano la esencia marbellí.
Ahora bien, si por algo es mundialmente conocida Marbella es por sus playas y sus puertos, uno de los epicentros del turismo europeo año tras año. De todas partes del mundo, turistas y visitantes llegan a disfrutar del litoral malagueño, el cual se extiende a lo largo de 27 kilómetros que se encuentran divididos en 24 playas. Y es que si a su clima particularmente cálido añadimos sus playas de fina arena dorada y el fondo del siempre apacible mar Mediterráneo estamos ante un auténtico paraíso.
Algunos de estos tesoros en forma de playas son las de La Fontanilla y la de Venus, ambas bastante céntricas aunque cabe decir que, precisamente por ello, muy frecuentadas; las playas del Cabopino o la de Artola, en las que está permitida la actividad nudista; o las del Puerto Banús y San Pedro Alcántara.
Si antes hablábamos de las impresionantes infraestructuras construidas en la ciudad en torno al turismo, decididamente debemos afirmar que el Puerto Banús es una de ellas. De hecho, es precisamente por este motivo por el que constituye uno de los principales puntos de atracción y reclamo en Marbella.
Así, los visitantes a la ciudad podrán disfrutar en el Puerto Banús de un sinfín de actividades deportivas, todas desarrolladas en unas instalaciones de auténtico lujo. Además de esto, se pueden encontrar tiendas con varias de las marcas más representativas y lujosas a nivel mundial, así como restaurantes de renombre internacional y varios locales, lo que compone uno de los centros de ocio más importantes de toda la Costa del Sol. Sin duda, esto no son palabras menores.
Otra de las actividades de mayor interés para los que se animan a visitar esta ciudad de la provincia malagueña es el golf. Marbella cuenta con docenas de campos de golf que permiten la práctica de este deporte durante todas las estaciones del año. Para los amantes de la disciplina su práctica, acompañada de un clima de fantasía y el Mediterráneo de fondo constituye una postal de ensueño. Otros deportes tales como el tenis y la hípica también tienen cabida en las instalaciones de la ciudad. Como se puede ver, estas fueron concebidas para crear la armonía perfecta entre diversión, deporte y naturaleza.
No obstante, Marbella no es solamente playa y actividades deportivas. La oferta cultural de la ciudad no queda para nada ensombrecida. Así, sobresale el Museo del Grabado Español Contemporáneo, que se encuentra en el Hospital Bazán. En este Museo, se encuentran obras de varios de los grandes maestros españoles del género. Nos referimos, por dar solamente algunos nombres, a autores de la talla de Picasso, Dalí o Miró. Destaca una impresionante colección con obras que datan del siglo XIX y XX.
La tradición histórica y cultural de la ciudad, fruto del paso de diferentes civilizaciones que a lo largo de los siglos han pasado por la ciudad y la provincia, tiene una de sus principales manifestaciones en los yacimientos romanos que se ubican en la zona. Su valor arqueológico y el magnífico estado de conservación en el que se encuentran bien merecen una visita. Destacamos la villa romana de Río Verde, la basílica de origen paleocristiano de la Vega del Mar, del s. IV d. C. o las termas romanas de Las Bóvedas, datadas del s.II d. C.
En el mismo sentido, en el distrito de Las Chapas se encuentra el yacimiento del Río Real. En este se han encontrado platos, cerámicas y lucernas que se cree encuentran su origen en el siglo VIII a. C. por lo que se trata de un yacimiento de origen fenicio. Sin duda, un bagaje histórico y cultural que no tiene nada que envidiar a las grandes ciudades europeas.
Por todo lo dicho, queda claro que cuando se piensa en qué hacer en Marbella la oferta no sólo es extensa sino de gran calidad. La ciudad ofrece todo tipo de ocio y actividades que harán las delicias de todos los paladares. Siempre, claro está, acompañado de un marco natural incomparable. Esta es Marbella. No dejes de visitarla.