Caminito del Rey

Una de las rutas más conocidas de Málaga y también de España, la del Caminito del Rey es una de  las experiencias más atractivas que ofrece esta maravillosa provincia. Se encuentra en el paraje natural  conocido como el Desfiladero de los Gaitanes, entre los municipios de Ardales, Antequera y Álora, en la zona en la que confluye el río Guadalhorce. La ruta recorre desfiladeros, cañones y un gran valle. De hecho, algunas de sus paredes alcanzan los 700 metros de profundidad. La espectacularidad del  Caminito del Rey no solamente es fruto del vertiginoso paisaje sino que también cuenta con una enorme variedad de especies vegetales y animales, entre las que destacan la magnífica águila real o el buitre leonado. Sin duda, esta excursión es un punto de inflexión en la visita a Málaga. Una experiencia que hará de estas fantásticas tierras algo inolvidable. ¡Solamente apto para los más atrevidos! 

Un poco de historia

Durante los siglos XIX y XX fue el escenario de diferentes obras de ingeniería ferroviaria e hidroeléctrica, siendo crucial en el desarrollo que experimentó la zona durante la época. De hecho  estas sirvieron como inspiración a los sistemas ferroviarios que han llegado hasta nuestros días. 

La historia propiamente dicha del Caminito del Rey vio su origen en el año 1901. En estos primeros  momentos su utilidad era eminentemente práctica dadas las obras que estaban teniendo lugar, por lo que servía como vía de acceso para obreros y para el transporte de materiales. Estas obras corrían a  cargo de la Sociedad Hidroeléctrica del Chorro y tuvieron una duración de 4 años. De hecho, debe su  nombre a un suceso que está ligado al día de su inauguración. Y es que esta estuvo a cargo del por  entonces rey Alfonso XIII. A partir de este momento empieza la andadura de esta ruta de ensueño. 

Su utilidad práctica continuó manifestándose durante las décadas siguientes. Los vecinos de El Chorro hacían uso de esta ruta diariamente, ya que la misma contaba con algo que no era muy común en la época: electricidad. Era por este motivo que los vecinos transitaban el Caminito del Rey durante todo el día y además permitía a los más pequeños alcanzar su centro de estudio. No obstante, su  emplazamiento geográfico y las condiciones climatológicas y del terreno causaron daños que acabaron por dejarlo completamente inutilizado. 

Tanto fue que durante la década de los 90 y los primeros años de los 2000, varios accidentes enlutaron la zona a causa de las impracticables condiciones en las que algunos se atrevían a atravesarlo. Tras su cierre durante varios años, en el 2009 la Junta de Andalucía se decidió a tomar cartas en el asunto y  proceder a su reacondicionamiento y restauración. Después de muchos esfuerzos el Caminito del Rey volvió a abrir al gran público en el año 2015, cumpliendo con todas las medidas de seguridad que permiten atravesarlo y disfrutar de una experiencia natural de primera mano. De hecho, desde el 2017 cuenta con conexión 4G que se extiende por todo el recorrido, facilitando así el uso de GPS’s y otros sistemas de localización y orientación. 

Recorrido

Hay algo que convierte el recorrido por el Caminito del Rey en una experiencia única. La adrenalina que se genera al recorrer sus 8 kilómetros, atravesando pasarelas construidas en desfiladeros a más de 100 metros de altura, es algo que no se vive todos los días. No solamente agudiza y sirve de acicate al espíritu aventurero de duchos y novatos, también permite estar en contacto directo con un entorno natural que sigue fascinando aún hoy. El vértigo que se genera solamente es compatible a la  majestuosidad de las vistas. 

El recorrido se efectúa de norte a sur de forma descendente y en sentido único. Son 8 kilómetros de trayecto lineal y se necesitan cerca de 4 horas para hacerlo de principio a fin. El camino empieza en el municipio de Ardales y encuentra su fin al llegar a Álora. Al haber sido rehabilitado y acondicionado para su acceso al público, cuenta con zonas de descanso, aparcamientos y restaurantes, así como paradas de autobús que permiten alcanzar la zona con facilidad independientemente del medio de transporte elegido. 

Desde esta parada de bus, hay dos recorridos a través de los cuales llegar hasta la caseta de recepción.  Dicha caseta constituye el punto en el que se convalidan las entradas y se entregan los cascos a los  visitantes para así dar inicio a la experiencia. La diferencia entre los dos caminos que dan acceso hasta este punto es, además de los diferentes paisajes, la longitud de cada uno. A pesar de ello, ambos  permiten ver el Arco Gótico. Una vez llegada a la caseta se da inicio al Caminito del Rey propiamente  dicho. 

El recorrido se divide en dos etapas. La primera comprende el primer cañón, compuesto por el Desfiladero del Gaitanejo. Desde aquí se pueden apreciar las marmitas, los restos y vestigios de las primeras electrificaciones, y también el mirador con las plazas que conmemoran las primeras pasarelas. Cabe destacar que esta parte del desfiladero cuenta con 10 metros de ancho.

Poco a poco el camino se curva hasta llegar al segundo cañón, conocido también como Tajo de las  Palomas. Desde aquí las vistas son increíbles, destacando las rocas llanas, el puente del Rey, el  mirador del talud del ferrocarril y la cueva del Toro. 

Más adelante las aguas del río Guadalhorce hacen acto de presencia, acompañando así al visitante hasta el Valle del Hoyo. La importante naturaleza de la zona, tanto en fauna como en flora, se deja apreciar en esta parte del recorrido. El Valle del Hoyo supone solamente una pequeña pausa hasta llegar al Desfiladero de los Gaitanes y la pared Sur. Aquí los 100 metros de altura del desfiladero se dejan notar y dejan a la vista la nueva central hidroeléctrica construida en El Chorro. 

Pone punto y final a un recorrido de emociones fuertes un sendero de poco más de 2 kilómetros de  longitud. Aquí podrás despedirte del Caminito del Rey visitando el antiguo poblado de El Chorro, antes de llegar a la caseta en la que se devuelve el casco y a la estación de ferrocarriles. 

Entradas

Recuerda que para poder disfrutar de esta maravillosa experiencia es necesario reservar las entradas con antelación. El precio de la entrada general, que permite realizar la visita de forma libre, es de 10 euros. Por su parte, la entrada con guía oficial, para un grupo no superior de 30 personas, tiene un  precio de 18 euros.